Una oda a los gurús del metal, los ritmos de Nueva York, electric warriors, diamond dogs, jooks, droogs, space oddities y cualquiera que haya buscado una nueva oportunidad en esta cosa sórdida llamada vida. – Week in Pop
Guy Keltner, el compositor principal de Acid Tongue, tomó un par de años difíciles en su vida y los convirtió en algo positivo. “Me deprimí increíblemente y comencé a pasar mucho tiempo en el Washington Park Arboretum de Seattle. Me acababa de mudar de casa y pasaba todo el día absorbiendo la diversidad de plantas y sonidos diferentes que existen en este parque. Me dediqué a escribir algunas canciones personales, influenciadas por los artistas en mi órbita más cercana”. Durante la grabación de Arboretum, a Keltner se le diagnosticó trastorno bipolar y decidió dejar el alcohol. “Dejar el alcohol me ayudó a concentrarme en el estudio, pero necesitaba ayuda para terminar este álbum. Fui increíblemente afortunado de trabajar con músicos que realmente escuché y disfruté. Ellos elevaron individualmente cada canción para convertirla en algo hermoso y único”.
Los miembros del grupo de Seattle, Acid Tongue, están literalmente rebotando de un lado a otro. De hecho, es difícil incluso llamarlos una «banda de Seattle». Está el dúo central compositor Keltner y el bateria/vocalista Ian Cunningham, que actualmente residen en el noroeste del Pacífico, pero con numerosos músicos de estudio y de gira dispersos entre París, Nueva York, Londres, Ciudad de México, Los Ángeles y Austin, la lista rotatoria parece no parar de crecer día a día. El último lanzamiento de la banda, Arboretum, lleva las cosas en la siguiente dirección lógica. En parte obra de glam-rock, en parte mixtape, este LP de Acid Tongue marca un importante paso adelante para una banda bien versada en cruzar la línea entre la psicodelia y el power-pop.